viernes, febrero 26, 2010

En la gran urbe

Como será de noble esta ciudad -decía- tenemos cuatrocientos años de estar tratando de acabar con ella, y todavía no lo logramos. Pero ahora -vaticinó un descreído- las autoridades están haciendo un gran esfuerzo para conseguir ese objetivo.

Quienes nacieron aquí no se dan cuenta de los beneficios de vivir en una gran ciudad -advertía un recién llegado- El anonimato es algo que apreciamos quienes venimos de un pueblo chico donde muchas cosas se saben antes de que ocurran.

El refugio que conseguí en esta urbe es vasto, pero al mismo tiempo es íntimo y, de alguna manera, secreto. Desde mi dormitorio oigo un barulllo que aplasta cualquier intento de silencio. Desde la ventana observo la gente arremeter contra la limpieza. Cualquiera deja su marca como si jamas volviera a pasar por esta calle. Lo que hace un hombre es como si lo hicieran todos los hombres -finalmente el pueblerino sentenció- Es contagioso.

Como estaremos de desilusionados -se quejó el citadino- que no bien bajan las aguas dejamos de protestar -y siguió quejándose aún con más amargura- Hasta dejamos de recorder las veces que pagamos el pavimento donde todavía sobrevive la dureza de los adoquines -y concluyó- Cada uno que viene promete un nuevo estilo de administrar. No mienten, cambian de estilo.

viernes, febrero 19, 2010

Es inevitable

Alguna vez te pidieron que dibujes un árbol, una casa y una persona? Si tu árbol no tiene una buena base, agarrate porque sos vos quien tambalea. Si a la casa le hacés grandes ventanales, te felicito porque sos muy dado. Si sos hombre y dibujás una mujer o viceversa, tenés un tema con tu sexualidad.

Siempre te dibujás a vos mismo. Siempre escribís sobre vos. Siempre vas a escribir sobre tus propias obsesiones. Nunca vas a escribir sobre lo que querés escribir sino lo que tus propios demonios te dicten.

Contarte que estudié y donde trabajé sería como darte mi currículum. Pero si te diera a leer algo mío sería como desnudarme ante vos. Si hasta ahora nunca me leíste, me va a halagar que hurgues entre mis líneas.

A mí me encantaría desnudarte, leyéndote. Con algo escrito por vos, te conocería mejor que tu madre. Quieras o no, cuando escribís mostrás hasta lo que querés esconder. Siempre te vas a desnudar como con el árbol, la casa y la persona que dibujás. Es inevitable.

Acerca de mí

Escribir es lo que mas me gusta